Bienvenido a Costa Rica
· Costa Rica · Espanol“¡Bienvenido a Costa Rica!”
Esas son palabras que he escuchada mucho en las últimas semanas. Salí de Alemania el 2 de septiembre, y ya estoy aquí desde hace casi tres semanas.
Tengo que admitir que las dos primeras semanas fueron más bien como unas vacaciones. Antes de empezar en nuestros proyectos, nos nuevos voluntarios participaban en un curso de español en la finca de VISIONEERS. Justo después de nuestra llegada a San José, fuimos a San Andrés, un pueblo muy pequeño en la región de café Tarrazú. Después de un viaje de (casi exactamente) 24 horas, estábamos muy cansados.
No obstante, el otro día descansamos a las cinco de la mañana, gracias a la diferencia de tiempo. Los días siguientes, algunos otros voluntarios y yo descansábamos muy temprano y corríamos para ver el amanecer. Pero naturalmente, hasta el mediodía pedíamos esta energía y entonces tomábamos mucho del excelente café de la finca para superar las clases de gramática y vocabulario.
Sin embargo, no todo era tan serio. Después de adaptarnos a la diferencia horaria, por las tardes salíamos a visitar miradores, parques nacionales o hacíamos cursos de la cocina tradicional con la genial cocinera.
Ya en las primeras días, la naturaleza de San Andrés me encantaba. Es muy práctico, en especial porque mi proyecto se ubica en San Pablo, a solo veinte minutos de San Andrés en coche.
La región tiene muchas montañas, así que los viajes ocasionales en la parte trasera del pick-up eran un poco aventureros. También pudimos ver plantas tropicales, varias cataratas y colibrís. Nuestro profesor de español tenía razón cuando dijo: «Bienvenido al paraíso» en una mirador entre las nubes.
Naturalmente, también hay cosas que tengo que adaptarme. Por ejemplo, los dulces de Costa Rica tienen mucho más azúcar que los de Alemania. Otra diferencia es el tiempo. En ese momento, en Costa Rica, es invierno. Por las mañanas hace mucho sol y casi siempre está caliente. Pero, por otro lado, por la tarde suele llover muy fuerte y hace más frío. Por eso, cuando llegué a Costa Rica, directamente tuve un poco de frío.
En general, me gusta mucho Costa Rica. El curso de español fue muy divertido y estoy muy agradecido de que me quedaban dos semanas para acostumbrarme al tiempo y a la diferencia horaria (y también para recuperarme del frío).
El lunes de la semana pasada me uní a mi familia de acogida. Voy a escribir más sobre eso y sobre mi proyecto en el futuro. Pero, por hoy, otra vez:
¡Bienvenido!
